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Sean como Abu Darda con sus esposas y familia.

Foto del escritor: Perlas de los SalafPerlas de los Salaf

Shaykh Saalih Aal-Shaykh:

Hay dos Umm Dardas'- una mayor y una menor. La más joven de las dos era una erudita, y la mayor también tenía conocimientos. La más joven era una erudita y una Faqihah (experta en jurisprudencia) -que Allah tenga piedad de ella y esté complacido con ella.


[¿Cómo es que era una experta en jurisprudencia? Queremos saber la razón de ello. [Ella era una Faqihah, y la esposa de un erudito, un Fagih que actuaba sobre su conocimiento. - Era una Faqihah,


[pero] ¿cómo es que salía en busca de conocimiento de aquí y de allá? [Si era así, ¿dónde estaba el derecho de su marido? La razón de esto tenía que deberse a que el erudito [Abu Darda] cuidaba de su familia.


Lo que observamos con respecto a muchos (hombres), es que cuando hablan con su familia, no les hablan de conocimiento.

Te das cuenta de que la gente [fuera de su casa] se beneficia de su conocimiento, y posee mucho conocimiento y bondad. Sin embargo, cuando se relaciona con su familia, suele hacerlo basándose en asuntos domésticos, como la comida, la bebida, las necesidades masculinas y otras cosas similares, incluyendo el ir y venir [de la casa].


Esto no es aceptable.

La principal persona a la que debes enseñar y proteger del fuego del infierno es tu familia, y si no lo haces, no puedes culpar a nadie (por el resultado negativo) excepto a ti mismo".


La esposa de Abu Darda era una experta en Fiqh, y eso sólo podía deberse a que él la educó y le enseñó (cómo) entender la religión. Por lo tanto, cuando hables con tus esposas [y familiares], háblales de conocimiento, háblales de los beneficios [basados en el conocimiento] y de las vidas de los compañeros.


Háblales de lo que has oído decir a la gente del conocimiento [los eruditos], pues en ello consiste, en efecto, transmitirles y propagarles el conocimiento. Puede que a las mujeres y a los miembros de la familia les resulte pesado la primera, la segunda o la séptima] décima vez.


Sin embargo, cuando se acostumbren, sus corazones se ablandarán. Del mismo modo que influyes en los demás [después de explicarlo] una, dos o [incluso] diez veces, trata de hacer el bien en tu propia casa hablando una, dos o [incluso] diez veces.


En cuanto al que va y viene y su único afán es que su familia [le prepare] comida, bebida y satisfacer sus necesidades [físicas], entonces esto no es apropiado ni adecuado, porque una persona es responsable de su rebaño; [Como dijo el Profeta]: "Todos sois pastores y todos sois responsables de vuestro rebaño...".


Trad. Juwairiyyāh Bint Bellahouel.


 
 
 

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